miércoles, 23 de febrero de 2011

... Santa Pola

Hoy os voy hablar de Santa Pola. ¿Por qué? pues podría decir muchas cosas a simple vista, por sus playas, por su Castillo – Fortaleza, por sus distintos museos, por la cantidad de historia que encontramos en la capilla de la virgen de Loreto, en el baluarte del duque de arcos, o simplemente por su gastronomía.

Los primeros pobladores de este municipio habitaron en la Cueva de las Arañas del Carabassí, en el Neolítico Superior. Allá por el siglo XVI se construyen el Castillo-Fortaleza y las Torres Vigías con la finalidad de proteger la población de los piratas que se encontraban en la Isla de Tabarca. En el siglo XVIII con la expulsión de los piratas de la isla consigue un núcleo de población donde la principal actividad económica viene de la pesca y que tomaría el nombre de Santa Pola. Se encuentra al sur de la provincia de Alicante, formando parte de la comarca del Baix Vinalopó.

Además de las distintas cosas que he dicho al principio que podemos encontrar en Santa Pola, al visitante ofrece grandes espacios naturales. El Sistema Valenciano de Espacios Naturales lleva incluyendo desde hace años en su catálogo el Cabo y el Arrecife Messiniense de Santa Pola como Ruta de Interés Geológico.

Y es que además de sus 11 kilómetros de playa, en Santa Pola encontramos grandes monumentos, como puede ser el patio de armas, el famoso y visitado puerto, el mercado de abastos que fue construido en 1935 sobre una iglesia de principios del siglo XIX, o el acuario. El Acuario es el más antiguo de la Comunidad Valenciana y posee 9 grandes acuarios que dan a conocer la flora y fauna del mediterráneo.

En cuanto a la gastronomía no dejará indiferente a quien coma en Santa Pola. Los platos típicos de este municipio son los guisos (bollitori, gazpacho de merco, caldereta de langosta), el pescado o los diferentes tipos de arroces (el arroz a banda, negro o con tropezones). Uno de los restaurantes más reconocidos, que encontramos estos platos y que os lo recomiendo es El Batiste.

Sin duda alguna, varios motivos que hacen de una visita obligatoria a Santa Pola.

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